Consideró como “legítima” la colectora de Martín Sabbatella. Pero llamó a no “romper” la unidad del campo popular en Hurlingham. Un espacio que, dijo, en lo local debe ser conducido por “el peronismo consecuente”.
“Coincidimos con distintos sectores de la militancia del peronismo en que las llamadas listas colectoras son totalmente legítimas y le hacen bien a una democracia que no se construye cerrando las estructuras. El peronismo ha sido frentista desde su fundación, y siempre tomó a los partidos como herramientas electorales, nunca como herramientas de organización”, señaló a La Opinión de Hurlingham la Secretaria Política Nacional y candidata a intendente por el Peronismo 26 de Julio, Patricia Fernández.
“Hay distintas expresiones que quieran apoyar a Cristina, pero no quieren acompañar a determinado candidato a gobernador y presentan una propuesta diferente. Algo así ocurre también en los municipios, como nos sucede a nosotros, que no estamos de acuerdo con quien hoy representa al partido Justicialista en Hurlingham y queremos dar la batalla. La podemos dar, adentro o afuera, eso depende de muchos factores, pero es un hecho legítimo porque lo que legitima es el voto popular y no hay que tenerle miedo a que los compañeros se expresen”, afirmó.
Para Fernández, la resistencia de los llamados “Barones del Conurbano” puede basarse en dos posiciones en las que se abroquelan esos intendentes, “unos que necesitan estructuras cerradas para poder seguir ganando. Y dicen ´Yo soy el peronismo´. Y como el peronismo todavía es una identidad de masas con una cierta disciplina partidaria, ellos se definen como los candidatos del PJ y no importa si su objetivo es personal, si responden a intereses de un poder concentrado o si están a favor del pueblo”. Y por otra parte, ubicó a “los ortodoxos, que interpretan el verticalismo y dicen, si nosotros somos peronistas y estamos dentro del proyecto, las internas se resuelven adentro. Y el que gana conduce y el que pierde acompaña. Por eso quiero diferenciar, porque no es lo mismo el debate que se puede tener con un oportunista que lo que quiere es hacer uso y abuso de una estructura para preservar sus votos, que el que se puede sostener con aquel que legítimamente concibe la política de otra manera”.
Al momento de definir en esos segmentos al actual intendente Luis Acuña, Fernández sostuvo que el jefe comunal “no gobierna contra el pueblo, pero hace un análisis personal, no de proyecto. Y puede estar convencido de cualquiera de los dos argumentos. Lo concreto es que forma parte de aquellos intendentes que le tienen miedo al pueblo y su expresión”.
No limitar el debate
La conductora de la 26 de Julio cuestionó a la simplificación del debate “Sabbatella versus Scioli” que pretenden imponer algunos medios. Y estimó que el sabbatellismo deberá definir qué pasos darán en lo local, ya que “allí es donde quedará en evidencia si el objetivo de Martín es construir un factor de poder que confluya con organizaciones peronistas combativas, revolucionarias y consecuentes, y en ese conjunto obviamente apoyemos a Cristina para profundizar la justicia social, o si simplemente se trata sólo de seguir sacando diputados y concejales. Si obedece a un objetivo cortoplacista de acumulación táctica electoral, eso va en contra de las construcciones de la unidad en lo local. Y allí sí hay un problema en el campo popular”. Y se preguntó: “¿En Hurlingham vamos a armar un gran frente nacional y popular de apoyo a Cristina o la gente de Sabbatella priorizará una pelea superestructural que puede debilitar el campo nacional en lo local?”.
“Aun no charlamos con ellos, pero ese es un peligro y fue un poco la discusión cuando ellos no apoyaron a Néstor (Kirchner). Su propuesta debilitó al campo popular. Lo sabemos un compañero, acompañó al gobierno en los momentos más difíciles, como diputado, con la 125 … nadie duda antes y después de su compromiso, pero para nosotros sigue habiendo un error político de su parte en enfrentar a Néstor Kirchner como diputado, porque favoreció a de Narváez. Nos guste o no”, recordó.
Nota aparecida en la edición Febrero de 2011 del periódico La Opinión de Hurlingham
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