¿Qué se conmemora el 8 de marzo?
Se conmemora el “Día internacional de la Mujer ” y fue propuesto por primera vez por Clara Zetkin, una representante de la Conferencia de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague en 1910. La propuesta llegó al comienzo de un periodo de gran transformación social y política en el mundo. Europa estaba al borde de la I Guerra Mundial, los imperios coloniales de Asia y África estaban sufriendo las primeras conmociones de la revuelta nacionalista, y en Norteamérica, el movimiento por el sufragio femenino estaba cuestionando algunas de las presunciones de las relaciones humanas. La llamada de Clara Zetkin a las mujeres para unir su lucha por la igualdad de derechos con la lucha por preservar la paz mundial topó con un coro sensible.
Cuando se conmemoró el primer Día Internacional de la Mujer en 1911, más de un millón de mujeres participó públicamente en él. Además del derecho a voto y a ocupar cargos públicos, demandaban el derecho a trabajar, a la enseñanza vocacional y el fin de la discriminación en el trabajo.
¿Por qué el 8 de marzo?
En la historiografía española la conmemoración del 8 de marzo se vincula, al incendio ocurrido el citado día del año 1908 en una fábrica textil de Nueva York, provocado por el propio empresario ante las obreras declaradas en huelga y encerradas en el inmueble.
En los primeros años, el Día Internacional dela Mujer se festejaba en fechas diferentes según los países. Pero en 1914, a propuesta de las alemanas, el Día Internacional de la Mujer se conmemoró por primera vez el 8 de marzo en Alemania, Suecia y Rusia. En 1975, las Naciones Unidas, proclamaron esa fecha como el "Día Internacional de la Mujer ".
En los primeros años, el Día Internacional de
Sea cual fuere el hecho que provocó la conmemoración del 8 de marzo, lo que si es importante es que en ambas visiones historiográficas se rescata la lucha gremial y política de la mujer.
El peronismo y la mujer
El peronismo, en especial los primeros gobiernos de Perón, fue uno de los pocos movimientos políticos en el mundo que reconoció un liderazgo concreto y firme de una mujer. Con Evita, nuestro país se convirtió en vanguardia en cuanto al reconocimiento de los derechos de la mujer. La consecución del voto femenino, el divorcio, el reconocimiento de los hijos extramatrimoniales y otros derechos más, fueron reconocidos a partir del liderazgo de Evita. La modificación de la Secretaría de Trabajo, con la incorporación de un área destinada a la atención de las mujeres, es un claro ejemplo de la dimensión de los derechos reconocidos. Por primera vez en nuestra historia un gobierno reconocía, en su justa dimensión, a las mujeres como sujeto social destinatario de derechos.
Asimismo también hay que rescatar que, el día 26 de julio de 1949, se celebró la primera Asamblea Nacional del Movimiento Peronista Femenino en donde Eva Duarte de Perón proclamó la creación del Movimiento Peronista Femenino que se presentaría en las Unidades Básicas, donde no sólo se impartiría capacitación política sino también clases de alfabetización, de corte y confección, danzas regionales, arte culinario, asistencia médica, jurídica y enfermería. Allí nació el Partido Peronista Femenino (PPF), cuyo principio fundamental era la unidad en torno a la doctrina y la persona de Perón.
En su discurso inaugural Evita señaló que las mujeres formaban parte de los sectores que habían estado hasta ese momento excluidos, "sufriendo las mismas negaciones e injusticias que caían sobre ese pueblo y sumado a ellas, la suprema injusticia de no tener derecho a elegir ni ser elegidas como si ella que era la garantía del hogar y de la vida y de la educación de sus hijos desde la cuna hasta la madurez, resultara un peso muerto para el perfeccionamiento político de la colectividad".
Perón le habla a la Mujer
“La mujer esta en las mismas condiciones del hombre y no debe ser reducida a menesteres inferiores, pues ella puede competir con él en la tecnología, en el trabajo científico, en la investigación y en toda clase de estudios. (…) En toda inmensa tarea de reconstruir lo que han venido destruyendo durante tantos años, la mujer, con su sensibilidad y capacidad, tiene una tarea extraordinaria para realizar. La responsabilidad de las mujeres argentinas es tan grande en este momento como la de los hombres, o mayor, porque en la descomposición moral que ha producido, la mano y la palabra de la mujer tienen una influencia decisiva, mucho más decisiva que la palabra del propio hombre que dirige la casa.” Discurso ante el Congreso de Mujeres 27 de Agosto de 1973
Mujeres que hicieron historia
Toda selección es injusta, y si bien no nos olvidamos que es el pueblo, anónimo, el que construye la historia, quisimos recordar a algunas mujeres que comprometieron sus vidas en cambiar la realidad:
Durante las invasiones inglesas tanto hombres como mujeres, participaron de la lucha con idéntico valor y hubo mujeres como Martina Céspedes y Manuela Pedraza que alcanzaron por su bravura los grados de sargento mayor y alférez, respectivamente.
Encarnación Ezcurra (1795-1838), esposa de Juan Manuel de Rosas, fue una de las primeras mujeres que supo imponerse en el discurso político, que hasta entonces había sido exclusivamente masculino.
Y es imposible olvidar a Juana Azurduy (1780- 1862) nació en Chuquisaca, Alto Perú (Bolivia), huérfana, de sangre mestiza, luchó con gran coraje en la guerra de la independencia. Al morir su esposo asumió el mando de la guerrilla con el grado de Coronela.
Las crónicas de la época cuentan que cuando Belgrano la vió pelear le entregó su espada en reconocimiento a su bravura y lealtad a la causa. El gobierno de Buenos Aires, al mando de Pueyrredón le concedió en 1816 el grado de Teniente Coronel del ejército argentino en virtud de su "varonil esfuerzo".
Recuperemos la historia,
levantemos las banderas,
sigamos la lucha.
PARA UN MEJOR AMOR
Nadie discute que el sexo
es una categoría en el mundo de la pareja:
de ahí la ternura y sus ramas salvajes.
Nadie discute que el sexo
es una categoría familiar:
de ahí los hijos,
las noches en común
y los días divididos
(él, buscando el pan en la calle,
en las oficinas o en las fábricas;
ella, en la retaguardia de los oficios domésticos,
en la estrategia y la táctica de la cocina
que permitan sobrevivir en la batalla común
siquiera hasta el fin del mes).
Nadie discute que el sexo
es una categoría económica:
basta mencionar la prostitución,
las modas,
las secciones de los diarios que sólo son para ella
o sólo son para él.
Donde empiezan los líos
es a partir de que una mujer dice
que el sexo es una categoría política.
Porque cuando una mujer dice
que el sexo es una categoría política
puede comenzar a dejar de ser mujer en sí
para convertirse en mujer para sí,
constituir a la mujer en mujer
a partir de su humanidad
y no de su sexo,
saber que el desodorante mágico con sabor a limón
y jabón que acaricia voluptuosamente su piel
son fabricados por la misma empresa que fabrica el napalm
saber que las labores propias del hogar
son las labores propias de la clase social a que pertenece ese hogar,
que la diferencia de sexos
brilla mucho mejor en la profunda noche amorosa
cuando se conocen todos esos secretos
que nos mantenían enmascarados y ajenos.
Roque Dalton.
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