miércoles, 17 de diciembre de 2008

Producción Nacional y Trabajo Decente

El martes 16 de diciembre, en la Av. Roca 662 Hurlingham, se realizó un encuentro sobre el Plan Anticrisis del Gobierno Nacional. La charla debate fue organizada por el Frente de docentes, profesionales y técnicos Rodolfo Walsh.
Los disertantes fueron: Victorio Paulón, representante de la CTA; Benjamín García Ocaña, representante de la Confederación General Empresaria; Gabriel Soldati, asesor de la Secretaría de Empleo del Ministerio de Trabajo de Nación; Gabriel Monzón, representante del Poder Legislativo y Sergio Carbonetto, del Centro de Estudios Socioeconómicos Sindicales (CESS).
Fue moderadora nuestra compañera Patricia Fernández, Secretaria Política del Peronismo 26 de Julio.
Se generó un enriquecedor debate en torno a la puesta en marcha por el Gobierno Nacional del Plan Anticrisis. Un debate ejemplar, donde las diferencias se expusieron con respeto, con ánimo de construir.
A la hora de las preguntas, los panelistas respondieron a las inquietudes que manifestaron los presentes. Dichos panelistas explicaron con solidez político-técnica cada uno de los puntos tratados. El público presente siguió con sumo interés tanto las exposiciones, como el debate y las preguntas.
Fue una jornada de construcción de un espacio dedicado al pensamiento nacional y popular.


1 comentario:

Gabriel Monzón dijo...

Compañeros:

A pasado un tiempo desde esta charla y el tiempo nos sigue dando la razón: La crisis no es tal en la Argentina. Podremos como argentinos ver la situaciòn desde dos sectores: lo que nos plantean los medios por un lado, y la realidad por el otro. Y la única verdad es la realidad. La economía sigue creciendo. La ley de movilidad jubilatoria ya ha dado su primer fruto con el aumento que se ha generado para nuestros trabajadores pasivos, no dependiendo de un humor de gobernante. Cada vez que recuerdo en la década del 90 que los jubilados fueron variable de ajuste, que se cortaron porque era necesario para el proceso de dominación al pueblo los lazos solidarios, que no hubo aumentos y si una baja del 13% en los haberes, que las medidas fueron todas para beneficios de los patrones y no de los obreros, cuando se establece el terror al desempleo y una consiguiente desmejora del salario, me siento convencido del peronismo revolucionario. Cada vez que siento que los derechos humanos son revalorizados, que los índices de pobreza disminuyen, que se crean puestos de trabajo, me siento orgulloso del peronismo revolucionario.
Porque, compañeros, no se concibe el peronismo sin revolución, Y si la revolución es el proceso de cambiar las estructuras, mientras existan algun desposeído de derecho, mientras existan factores de desesperanza, mientras exista alguna necesidad que genere un derecho, vale la pena ser revolucionario.

Gabriel Monzón